«¿Y qué verdad es posible si existe la muerte?»
André Bretón
ese señor el de allí diseña lápidas
también esculpe mármoles hasta darles
durables ornamentos donde otros seres colocarán
memorias trituradas y ramos y rocíos
qué piedras venerables promulgan sus manos
cómo admiran su quehacer de arte intercalado
y sin embargo entre nosotros por las calles
ese señor disimula su cometido no habla ni
exhibe atenciones o entusiasmos
nadie diría que vive
su pecho es un sauce de aves mutilado
en su boca se inmolan los jugos de la complacencia
ese señor equivalente a un dietario del suplicio
ha grabado su nombre en una losa precavida
y soterrada
ese hombre de allí
es el sastre de la verdad
y no quiere admitirlo