Entonces diré: «Cimas y nubes
y tierras a lo lejos y la lenta
herida del río y el incendio
del cielo, muchos crepúsculos
sobre el desierto y los viejos árboles
amados cual dioses, aún vuelven
para los hombres.
Mas yo, que este día aguardaba,
he aquí que estoy muerto.»
Versión de José Batlló