Te acercaste a mi playa. Era la tarde
y el otoño agrisaba las arenas.
Le pusiste tu nombre a mis orígenes
y al fin mis ojos se volvieron tierra
para aceptar la cruz de tu conquista.
Después volvió la historia a ser historia
y la playa de nuevo está desierta.
Poemas de Ester de Izaguirre
Dónde estabas
que la vida se fue sin que te viera,
en qué resquicio sórdido del tiempo,
en qué mentira gris,
en qué apariencia.
Si volviera el verano
y una señal del viento.
Si todo fuera igual
y descubriera en la arena
alguna huella.
Soy Judas, el traidor,
y te di más que todos,
yo te di más que amor.
Para ellos, la merced del heroísmo
y la docilidad de serte fieles,
porque ellos no afrontaron tu mirada
allá en Getsemaní.
-Ojalá me hubieras dicho: