Dios existe
me lo dicen tus ojos
este amor que es eucaristía
espíritu encarnado
en tu cuerpo de diosa diminuta
Dios existe
lo saboreo en tus besos húmedos
cáliz de salivas
río desbordado de pasiones
Dios existe
lo encuentro entre tus labios
los otros
cuando me aprietas largo
intensamente
y esa muerte momentánea
deseada irresistible
funge de juicio final
de resurrección anticipada
de eternidad posible
localizada
en el mero centro
de tu cuerpo perecedero