Feliz quien tras la muerte se le sigue la gloria,
y aún muy más feliz si la inmortalidad
para él no principia con la posteridad
sino que antes de la muerte ya fascina su alma.
Tú gozas, Ronsard mío, incluso ahora en vida,
del inmortal honor que mucho has merecido:
y aun antes de morir (felicidad bien rara)
tu muy feliz virtud triunfa de las envidias.
Ánimo pues, Ronsard, que la victoria es tuya,
y de tu lado tienes el favor de tu rey:
De victorioso laurel ya coronan tus sienes,
y ya la espesa turba alrededor de ti
semeja a esos espíritus que en el ínfero un día
rodearon al tracio sacerdote de gran sobrepelliz.
Nota del traductor:
Soneto obviamente dedicado a la gloria de Ronsard. Pierre de
Ronsard (1524-1585), dos años menor que Du Bellay, fue en seguida
considerado como jefe de fila de «La Pléiade».
De «Les Regrets» 1558
Visor 1985
Versión de Luis Antonio de Villena