Guía para el Averno de Gunnar Ekelöf

Solo en la Noche silenciosa
¡la única a la que llamo mía!
Solo en las tinieblas fundido con el dolor
viendo como el Día distraía de la Verdad
la Verdad del Día: una lluvia de alfilerazos
contra la piel, el oído y los otros sentidos
Solo en la Noche luchando con la Verdad-
En las tinieblas se acercan sus agujas
sus aguzadas puntas de luz. ¡Y que esto sea
juego limpio! -Una lluvia de pinchazos
me dio el Día, ¿Se puede arrancar la vida
a alguien con el tormento? Preferible entonces es la Noche
cuya punzada es una sola, decisiva
en la luz de tu ojo, la niña de los ojos de tu alma
en el ser o no ser de tu corazón-
Tú vez cómo se acerca la punta y la esquivas
Se vuelve a acercar, tú la paras
Y las tinieblas acogen tus ataques
los ocultan en su oscuro pecho donde quizá otro corazón
palpita herido -tu imagen reflejada en un espejo
en un mundo reflejado en un espejo.

* * *

La novicia de Spalato

2. ¿Has visto florecer el desierto?
Dime: ¿Has visto el desierto en flor?
Dime, para que yo sepa
cómo luce un desierto en flor
-Yo he visto florecer el desierto
Era el rostro del ciego
cuando tocó con la mano algo
que su boca recordaba.

* * *

4. El dijo:
-Una vez te vi
como si tú fueses
una niña con sus ojos
clavados en los míos-
Pero apartas la mirada
Miras hacia el muro
aunque tu mano
no suelta la mía

Pero si mi mano suelta
tu mano
Entonces tú me buscas

Tus profundos ojos castaños buscan
los míos que evitan los tuyos

Ella dijo:
¡Qué tímido eres, amor mío, para contigo mismo!
Quizá sea porque te amo
más que tú a mí
Quizá sea porque tú puedes amarme
como yo a ti.

* * *

¡Buen viaje, suerte en la vida
y más allá de la vida, joven pura!
Te he liberado de mí
al no besar tu puro rostro
al no rozar tu boca con mis oscuros labios!
También existen apóstatas así
que no son apóstatas del amor
Yo no te he clavado mi puñal
ni te he hablado de las Tres Rosas
que el mundo todavía podía haberte dado
¡Algún día nos encontraremos lejos de aquí
y siempre te reconoceré
porque tú fuiste yo!
Y tú me preguntarás:
¿Desde qué lejana distancia me viste
cuando nos encontramos aquella vez en la vida?

Versiones de Francisco J. Uriz