Te he escrito estos versos
para que otros
puedan amar
en otras
a ti.
Para poder seguir amándote
después de muerto.
Para poder seguir amándote
después de que ya no te ame.
Para poder seguir amándote
después de que te pudras en el tiempo.
Poemas de José de Jesús Martínez
Tu cuerpo es como una mesa dispuesta para un banquete
llena de viandas, de frutos, de vinos, panes y mieles.
Tu cuerpo es como un altar dispuesto para el rito,
la devoción, el silencio, la comunión, el sacrificio.
Tu cuerpo es como un barco dispuesto para el viaje
a la otra orilla del sueño, desafiando el oleaje.
Cuando me faltas tú, todo me falta.
La silla en la que no estás sentada
no es una silla completa.
La casa en la que tú no estás, llena de fiesta y de gente,
está vacía sin embargo,
más llena de tu ausencia que de gente.
Con esa vara de 5 años.
20 años, 60 años, 7 días, 700 años.
tú no midas mi amor, sino que mídela con esta:
Yo me voy a morir eternamente.
Ni Dios me gana en eso.
La dentadura, postiza,
y la sangre, alcoholizada.
Turbia, la vista cansada,
y en el cerebro, ceniza.
Lo que no ha muerto, agoniza
y apenas si se recuerda.
Se me ha acabado la cuerda
y el alma se me ha acabado.
Paloma que no se inmuta
cuando mi amor le aletea,
castillo de mi pelea,
oh hija de la gran puta.
Bella, perfecta, absoluta
pero altanera paloma.
Con su mirada me doma
esta paloma de guerra
que de mi alma se destierra
y en la mierda me desploma.