no fue el dardo que dio en el centro
tampoco el veneno ni la mariposa que traía en la punta
no fue un golpe de suerte
quizá un poco de paciencia y claro
un blanco débil
no se culpe a esta mujer de haberme volado la cabeza
de traer hasta mis labios la canción de su cintura
no se le tome venganza
no se me tome cariño
tampoco la detengan es su descarnizada pasión al desnudarse
sólo prendan las velas
súbanle a la música
que no falte queso ni vino
en invierno
las catástrofes requieren sutileza
hoy el asunto es otro: como confiar en el azar si es un padrote
Poemas de José Eugenio Sánchez
pasan las risotadas de un carro antiguo
un tipo tembloroso te ofrece lo que quieras
las prostitutas en abrigo se cubren el viento entre ellas
unos uniformados salen de un bar completamente ebrios
un vagabundo extiende la mano
al final de la calle se enciende la tortea
de una patrulla de policía que despacito vira hacia la derecha
una pareja sale del teatro
dos negros conversan
y en el aparador de enfrente
cuelgan silenciosas
un par de medias de seda
que parecen ser más imprescindibles que nosotros
(and in my mind I still need a place to go)
sobre esta cama donde se acostó el mar
y se guardaron las cenizas de alejandría
y las hormigas almacenaron las provisiones durante el verano del holocausto
y la más despreciable hechicera escribió su recetario para exterminar el mal de amor
en la mismísima cama donde la maja y las venus posaron
donde juana la loca veló a felipe el hermosos por siete provincias
donde el espíritu santo fecundó a maría
aquí en la única cama traficada por fenicios
que sirvió de mapa para barbarroja
y fue alfombra mágica del príncipe ishtar
en la auténtica cama donde parió la primera elefanta en cautiverio
donde charly parker tocó por última vez el saxofón y a una mujer al mismo tiempo
y años antes jesús meditó su discurso del monte de los olivos
es donde entiendo que cada cama es un país que no existe
esa canción se toma mi vida de un sólo trago
esa canción me detiene en los muelles de tus piernas
esa canción
es una esponja en tu mirada y me lleva
de tu sombra a tu bahía
esa canción
es una copa de nocturno tinto
y tengo sed de luz
cruda de estrellas