La confesión de los poetas
inunda más que el diluvio de Noé
Es como decir en el buen sentido
‘El que se pique que se rasque’
Cada quien es un río interminable
en un texto universal
Los poetas saben estas cosas
y no ignoran que detrás del cancel
donde ellos exprimen sus uvas
hay otros llenos de claustrofobia
ensamblando su helicóptero azul