La inteligencia brillante de Allen Ginsberg

Emigra de la muerte
para hacer un signo de Vida nuevamente en Ti
fiero y bello como un accidente de autos
en la Plaza de Armas

Juro que yo he visto esa luz
No dejaré de besar tus mejillas
cuando cierren tu ataúd
Y los humanos de duelo vuelvan a su viejo
y cansado sueño .
Y tú te despiertes en el Ojo del Dictador
del Universo

¡Otro estúpido milagro! ¡De vuelta estoy equivocado!
¡Tu indiferencia! ¡Mi entusiasmo!
¡Yo insisto! ¡Tú toses!
Perdido en la Ola de- Oro que flota
a través del Cosmos.

¡Ah estoy cansado de insistir! Adiós
me voy a Pucalpa
a tener visiones.
¿Tus sonetos limpios?

Yo quiero tus borradores secretos
más sucios
tu esperanza,
en su más obscena Magnificencia, ¡oh Dios!