La luz del farero de César Antonio Molina

(Sisargas)

Desde la torre veletas de bronce dorado.
La campana sonando en la proa.
La vela que se curva en la curva del corazón.
Y el corazón en la flecha del haz de luz.
Aves errantes se estrellan contra la linterna.
La férrea escalera de caracol sube y baja sin fin
como un condenado al que pasan por la quilla.
Blancas son las paredes y las maderas de caoba,
libros y periódicos encima de las órdenes,
las páginas saqueadas sin leer.
Leve ruido de cuervos en un campo de cucos.
Desde la ventana todo está tranquilo,
todo está en su ordenado desorden.
Y no hay remordimiento que turbe,
y los goces del pasado alimentan la melancolía.
y llega la noche abarcando lo vasto,
lo lejano que está ya próximo.
Y llega la noche,
y la luz que de nuevo se enciende y no basta.