La menor de mis hijas tiene esqueleto de ángel
y una mirada de atestiguarlo todo
(me creé como una vasta cicatriz.)
Le sigue una que tiene mi respuesta
con su séptimo día para los escondites.
La mayor es misterio de esa trinidad.
Retiro los vendajes y tirito.
Arena soy.
Madre de mil abrazos
que no sanan.