Plena de cien canciones ella avanza.
Por lomadas o ríos ya se asoma.
Con fulgor de blancura azul alcanza
La oscuridad del alma cual paloma.
Deja estela de gloria en la confianza
Que al corcel de la furia presto doma.
Tras su paso gobierna la esperanza
Conquistando a la brisa con su aroma.
Se transforma el desierto en la pradera
Si su tibia presencia ya es caricia.
Trastoca al frío otoño en primavera.
Al corazón, del odio y la avaricia
Con sereno silencio ya libera.
Puede hacerse real si hoy hay justicia.