La puerta se abre como una hembra:
Atraviesa las murallas de par en par.
Otoño resbala con ojeras de sangre
Sobre superficies de pared enemiga.
El roble de las maderas es cárcel de clavos:
Por entre las vetas hienden y sollozan.
Aletean en espiras hormigueros rojos.
Óxido de bisagras se descompone en lluvia.
La puerta se abre como una vaca:
Espumosamente mugen los goznes.
El cárdeno latido del crepúsculo
Ha acampado más allá del centinela.
Invisible pasa una mariposa de polvo