La tristeza es más larga que todos los caminos de José María Cuéllar

No es necesario decir que han caído las primeras lluvias
Y que los árboles visten las primeras flores
No es necesario decirlo
Aunque el río descienda con huesos y madera de la más dulce estirpe
Porque el invierno tiene una gran similitud con la tristeza del hombre
El hombre aprendió a llorar
Cuando cayeron las primeras lluvias sobre su corazón
El hombre es un pequeño pozo de agua
Pero no es necesario decirlo
Basta saber que es poco lo que sufre
Porque un día antes o después
Él puede quedar dormido entre la tierra húmeda.

El hombre se pregunta en qué región extraña se quedó su alegría
Su alegría de niño, de sol, de sol adolescente que no empañó el silencio del
invierno
En qué sitio de tránsito y espanto se consumió su lámpara
Por qué la soledad hace una estancia larga
En el frágil corazón de las muchachas

La tristeza es más larga que todos los caminos
El amanecer es más oscuro que la primera piedra
En donde el hombre enseña las garras o la primavera
Y duerme sobre el silencio de la tierra
Azotado por el temor de las primeras lluvias

Aquella fecha lenta de grandes maxilares
Se perdió entre cavernas y desiertos
El tiempo pasó para destruir la furia de los ojos

El hombre es el eco de la sombra
(Él ha hecho posible el túnel donde se ahoga la conciencia
El odio hacia la forma celeste de los pájaros
La angustia de las madres que hilan en ruecas de ceniza)

El hombre es aun lágrima
Es un llanto que suelta sus blasfemias