Las ciencias naturales de Julio Llinás

Junto a las rocas,

la negra sal radiante.

¡Oídos!

Crujen las pieles de la Tierra

gastadas por el sueño

bajo una calma infernal.

¿Dónde está el hombre que renace

en las cenizas de una gran poesía,

la mano de oro

que bautiza y desarrolla

las ciencias naturales?

Palabras,

Serpientes de la asfixia.