Tendí las arenas en tu playa
para que por tus venas pasaran mis misterios.
Tendí en mi cama
las sábanas
para escuchar el ritmo de tu cuerpo.
Tendieron las velas los barcos solitarios
se estrellaron las olas en su cansancio
Y cuando nieva
el río se silencia y vuelve escarcha
Mientras tanto
adentro mío tu mirada vive, muy intensa,
amorosa y cada vez más pura, la beso y me despiertas.