Un atajo de luceros
tengo en el vientre.
El sol de mi boca
te espera nervioso
mientras comienzas a brotar
justo en mis pies
asfixiante enredadera.
Un atajo de luceros
tengo en el vientre.
El sol de mi boca
te espera nervioso
mientras comienzas a brotar
justo en mis pies
asfixiante enredadera.