Al clavel de tu boca, o Clori hermosa,
corre precipitada
el alma de tu boca enamorada;
llega, abrásase, y luego
lo que piensa el clavel, conoce el fuego,
y en tanto bien dudosa,
abeja vuela, y muere mariposa.
Al clavel de tu boca, o Clori hermosa,
corre precipitada
el alma de tu boca enamorada;
llega, abrásase, y luego
lo que piensa el clavel, conoce el fuego,
y en tanto bien dudosa,
abeja vuela, y muere mariposa.