Como un ángel en llamas localizo el sonido
de tu casa en el cerro. Cuando acudes a abrirme
solamente la calle, un silencio que huye.
Miras el aire de oro mecido por la noche
que se acerca y golpea tu ventana de miedo.
Como un fantasma entonces te abraza mi fantasma.
Mis pisadas se asombran de tu sueño despierto
y penetro a tu lecho como un ángel desnudo.