No hagas como aquel de Francisco Brines

Divinizó a Antinoos.
y así, ayudado en la plegaria ajena,
lo pudo retener en el recuerdo,
mantuvo su dolor.
Al fin, sólo mendigo y hombre.

Sé más pagano tú, y advierte que la vida
tiene un destino cierto: sólo olvido,
y si piadosa obra: Sustitución.
Es el azar origen del amor,
y el camino azaroso, y un golpe del azar
lo acaba pronto. Si tan ruda
es la vida, tan incivil el sentimiento,
tan injusta la pena,
y en ello no hubo enmienda con los siglos,
no hagas tú como aquél,
no pretendas hacer digna la vida:
tan torpe tiranía
no merece sino tu natural indiferencia.

«Aún no» 1971