La luna estaba blanca,
el cielo estaba gris.
Eran dos sombras negras
y era un beso sin fin.
La rueda del molino
dio media vuelta y empezó a gruñir.
La luna estaba blanca,
el cielo estaba gris.
Eran dos sombras negras
y era un beso sin fin.
La rueda del molino
dio media vuelta y empezó a gruñir.