Cuando el amor se meta debajo de estas paredes
Me olvidaré de los ólos
En que con una cuchilla el lienzo blanco fuera dividido
En tres partes, lejos de toda simbología marina.
Y volveré a un puerto cualquiera
A estrellar contra las ruinas de ese barco holandés
Tres botellas de whisky, pero ya digo, lejos
De cualquier balanceo específicamente literario.
En el color oscuro de las aguas de aceite
Arrojaré la última gota de mi vida
Y nunca una sonrisa, nunca la carcajada
Caerá en unos labios más tristes que los mios.
Pero ya digo, lejos. Para que nadie estorbe.
Para que nadie crea que es una frase más.
(Eras como las ruinas de ese barco holandés
Cuando soñé contigo esta noche pasada.)