la cultura está hecha de sorpresas
Bruno Munari
Poesía que conviertes el saber
en una fiesta: pido que me dejes
describir la belleza en términos exactos
de biodiversidad.
Debería movernos a lágrimas el hecho
de que los animales polares sean blancos.
El oso, por ejemplo:
porque en algún momento hasta la nieve
vino, tiene un contorno de blancura
independiente de los copos, puro
hermano de los hielos que nunca se derriten.
Los biólogos saben que debajo
de ese manto esplendente
la piel del oso es negra, íntegramente negra.
Su blancura, miríada que nadie le acaricia
está hecha de translúcidos filamentos, pelaje,
suaves cables de fibra óptica que trasladan
la energía solar hasta la piel que guarda
la leve luz del ártico, su calor impalpable.