1
Una paloma para Afrodita.
Las tórtolas desgajan
tres notas claras
en el amanecer,
antes que las cigarras enciendan
su grito ríspido.
La montaña de Helios o Elías
deshuesa la roca
sobre los olivares.
El carro de fuego asoma.
La bahía
engulle a las gaviotas.
2
Corta en su aliento el habla,
inhibe el vuelo,
y bajo la sombra de la higuera
deja a la avispa
acompañarla.
Los zumbidos la acarician
en su trono de gozo.
La mañana avanza
como su gracia misma
saliendo de la espuma,
oh Anadyoméne.
3
Kypris,
una paloma de alabastro,
una rosa votiva
para ti,
en esta noche
que bendices nuestro abrazo
como el del mar que se extiende
hasta las rocas altas-
y el creciente de la luna
se abraza a ti.
Sirio apenas brilla
y las olas son torsos de tritones,
frescos muslos,
lento vaivén
-y cascabel de espuma
en los oídos.