Para Verónica Volkow
Tus formas se graban en el monte,
en los bordes húmedos de la piedra
-cavidades como axilas.
Tus formas se pegan a mis huesos.
Dejo de existir,
sólo tú quedas
como jade en estas faldas.
Cuánto de ti estalla en cada hoja,
reverbera en la distancia
donde tu luz devora todo brillo.
(¿Estoy en tu abismo
o lo rodeo ?)
Renazco en la sombra del laurel,
en la celda de un templo circular
si sostienes
con un pie gigantesco
el firmamento.
Tus formas como un vértigo
me absorben,
me disuelven.
Dejan en mis labios briznas de anís.
Y en el fondo del risco
árboles como dioses,
sabinos rojos.