Oh despiadado sueño! En tal torpeza
Por qué me sumergiste? Y si dormIa,
Porqué no fué mi sueo de una pieza?
TA también, viento bárbaro, é. porf ía
Por mi mat te encontraste muy a mano,
Y harto oficioso en la desdicha mIa.
Y tü barbara fe, jurada en vano
Por quien, sin atender a la fe dada,
Me ha quitado la vida con mi hermano.
El suefio en fin, el viento y fe jurada
Contra ml se pusieron, y siendo una,
Tres causas juntas me hacen desdichada.
lLuego muriendo no veré ioh fortuna!
El lioro maternal, ni habrá. oficiosa
Que me cierre los ojos mano alguna?
Mi triste sombra errante y pavorosa
Vagará por regioneS peregrinas,
Ni mi cuerpo ungiá mano piadosa?
!Sin cesar hollarán a yes marinas
Mis huesos insepultos? Tan honrado
Sepuicro, ingrato, a quien te amó, destinas?
Cuando arribes at puerto deseado
Y fueres en tu patria recibido;
Cuando pises tu a1cázar elevado:
Al reterir, en fin, cómo has vencido
Al Minotauro, y cómo superada
Del laberinto la salida ha sido;
Refléreme también abandonada
En una isia donde hombres no vivieron,
Pues debo entre tus glorias ser contada.
Jamás tus padres, cual te jactas, fueron
Egeo y Etra, la hija de Piteo,
Que las rocas y el amor te produjeron
Oh, si oyendo los dioses mi deseo
Te hicieran verme aquI desde el navio!
Moviérate mirarme cual me veo.
Mas ya que asf no fué por tu desvIo,