Es la vida un enjambre de ilusiones
en cuyo extremo están los desengaños,
pues plugo a Dios que el árbol de los años
produjera terribles decepciones.
Brújula del mortal son las pasiones;
el hombre es germen de sus propios daños,
y embriagado con fútiles engaños
busca felicidad, tiene aflicciones.
La pobre humanidad llora perdida
su esperanza. Sintiéndose impotente
en marasmo fatal cae rendida;
mas le dice una voz que nunca miente:
si es la tumba el Ocaso de la vida,
de otra vida la tumba es el Oriente.