Gente
exhausta,
con la vista
clavada
en el suelo,
preguntándose
por la vida,
la de verdad…
porque no puede ser
que sea
solo eso…
***
Autor del poema: Karmelo Iribarren
Gente
exhausta,
con la vista
clavada
en el suelo,
preguntándose
por la vida,
la de verdad…
porque no puede ser
que sea
solo eso…
***
Autor del poema: Karmelo Iribarren
Allí donde se agrupan los tenderetes blancos
de los libreros, con mercancía escasa
y a menudo banal;
allí donde más claramente se confunden
palabras y monedas, el desdén y el olvido
hacia autores triviales;
allí donde se mezclan muy raras ediciones
con el libro vulgar;
allí donde está escrita la sombra de una mano
no diestra en dar memoria de su mundo,
no templada en el arte,
que es incierto, y de trato difícil;
allí donde los libros son apenas mercado
de la desolación,
de un hermoso fingir lo que no es cierto
ni tiene falsedad y poco importa,
la sensación de vida es algo extraño
y un gesto no muy noble, allí la vida.
Están cogidos de la mano
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
-quisiera poder decirle-,
y no ha hecho más que empezar.
Yo fui agraciado en el amor, sin límites.
Pero de niño,
la gente preocupada, trabaja.
Y yo,
escapaba a las orillas del río Rión,
y vagaba sin hacer nada.
Se enojaba mi madre:
«¡Chiquillo maldito!»
Mi padre me amenazaba con el cinturón.
Alguna gente es joven y nada más
alguna gente es vieja y nada más.
Y alguna gente está en el medio
sólo en el medio.
Y si las moscas usaran ropa
y todos los edificios ardieran en
fuego dorado,
si el cielo se sacudiera como
en la danza del vientre
y todas las bombas atómicas empezaran a
gritar,
alguna gente sería joven y nada más
y alguna gente sería vieja y nada más
y el resto sería lo mismo,
el resto sería lo mismo.
Mariposa de luz, la belleza se va cuando yo llego a su rosa.
Corro, ciego, tras ella… La medio cojo aquí y allá…
¡Sólo queda en mi mano la forma de su huida!
En los Paseos junto al mar
en las sillas de mimbre de los bares
reclinadas en suaves chaises-longues de terciopelo
fumando cigarrillos atrevidos y exóticos
vestidas de colores muy decentes
o en lugares cerrados y más íntimos
mirándose al espejo
retocando sus labios y empolvándose
las mujeres de antes parecían irreales
eran como otra cosa algo distinto
pero cuando nos daban caramelos
o las fotografiaban de perfil
todos todos sabíamos que aquello se acababa
que no podía ser
que la hermosa película no iba a continuar siempre
y que la extraña joya que al parecer tenían
escondida en los pliegues del escote
o quizás entre las piernas
iba a volverse pronto mercancía barata
que ellas eran como nosotros
con sus deseos y melancolías
con sus trabajos y su desengaño.
Es tarde ya en la noche
y la playa está desierta.
Rompe el mar
sobre las rocas.
Un aire cálido,
espeso de salitre
y de recuerdos,
me baña la cabeza.
Cierro los ojos.
Inhalo.
Me dejo llevar.
Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir, vivir, el sol cruje invisible,
besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para morir basta un ruidillo,
el de otro corazón al callarse,
o ese regazo ajeno que en la tierra
es un navío dorado para los pelos rubios.
no me quedan lugares
(hay un sombrero boquiabierto
en el cuarto de huéspedes)
no tengo adónde ir
(un ángel disecado
cuelga de mi salón)
han helado mi casa
(un anciano merienda
monstruos en mi jardín)
dónde he puesto las llaves
(una loca me dice
que soy un policía)
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!
La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.
Papa Noel vuela de aquí a allá
en su trineo por ocho renos tirado
regalos reparte de Madrid a Panamá
pero mi regalo no ha dejado.
¿Creerá que he sido travieso?
Pienso mientras veo su estela pasar
¡Muy bueno fui, lo confieso!
Era ya noche en Judea,
contaba un niño pastor
cuando al pasar junto a un pueblo
un bebé me sonrió.
No fue una sonrisa hueca,
ni fue un gesto juguetón.
Tampoco mostraba queja
aunque muy pobre nació.
En el profundo silencio,
en la inmensa oscuridad,
un niño recién nacido
llora con voz celestial,
para anunciar a los vientos
a las estrellas y al mar
que viene a pagar la deuda
contraída por Adán.
Llora el niño y con su llanto
pagando la deuda irá.
Del Verbo divino
la Virgen preñada
viene de camino:
¡si le dais posada!
Si pudiera hablar mi lengua, si fuera tan orgulloso,
yo que apenas un burrito, perdido en la milpa, solo…
Hoy me han cargado una carga con un rosal y una rosa:
nunca tuviera mi lomo menos peso y más aroma.
Adelante iba José arreando yuntas de sombras,
atrás ángeles-espejos anticipaban la aurora.
La Navidad me inspira
es este espíritu mágico
que encuentro en cada esquina
el que me lleva a ti de pensamiento.
Ya vislumbro tu regalo
este año más que nunca
una promesa de amor sincera
esta Navidad más que nunca
lo sencillo llega más hondo
lo sencillo no te lo esperas
mi regalo, mi amor: un poema.
Nunca llegan al portal
las figuras del belén.
Los pastores se han quedado
sin las piernas por correr.
No encuentran los Reyes Magos
la estrellita de papel.
Los camellos en el musgo
ya no se pueden mover.
Duérmete, Niño amante
luz de mi sueño.
Duérmete sin cuidados
que yo te velo
Cuando caiga la noche
sobre el silencio,
se hará cojín de espumas
mi blanco pecho.
Cuando frías estrellas
nieven del cielo
será para tu carne
pañal mi beso.
Tan cerca como le tuve
y dejé que se me fuera.
Malhaya la posadera.
Y eso que les vi la luz
nimbando sus sienes, pero…
Malahaya sea el posadero.
Malhaya la posadera
que me dijera que no
abriera.
Que se rompa la nuez y se rompa la esfera,
que se rompió el anuncio, la realidad empieza.
Empieza un nuevo día y un nuevo testamento,
que se rompa la nube y llueva su misterio.
Que se rompa el buñuelo en los labios del Niño,
que el pandero se rompa y que se rompa el frío.
Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Palmas de Belén
Que mueven, airados,
Los furiosos vientos
Que suenan tanto,
No le hagáis ruido,
Corred más paso;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
El Niño divino,
Que está cansado
De llorar en la tierra
Por su descanso,
Sosegar quiere un poco
Del tierno llanto;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Rigurosos hielos
Le están cercando;
Ya veis que no tengo
Con qué guardarlo;
Ángeles divinos,
Que vais volando,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos.
El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.
Baltasar
fue a repostar
mas allá del quinto pino…
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su «Longinos».
-¡No llegamos,
no llegamos,
y el Santo Parto ha venido!
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Para la adoración no traje oro.
(Aquí muestro mis manos despojadas)
Para la adoración no traje mirra.
(¿Quién cargaría tanta ciencia amarga?)
Para la adoración traje un grano de incienso:
mi corazón ardiendo en alabanzas
Mi Navidad no necesita árbol ni frío,
solo el calor de mis seres queridos,
a los que aprecio todo el año,
pero disfruto un instante y llenan mi vacío.
¡Morena por el sol de la alegría,
mirada por la luz de la promesa,
jardín donde la sangre vuela y pesa;
inmaculada Tú, Virgen María!.
¿Qué arroyo te ha enseñado la armonía
de tu paso sencillo, qué sorpresa
de vuelo arrepentido y nieve ilesa,
junta tus manos en el alba fría?.
El sueño como un pájaro crecía
de luz a luz borrando la mirada;
tranquila y por los ángeles llevada,
la nieve entre las alas descendía.
El cielo deshojaba su alegría,
mira la luz el niño, ensimismada,
con la tímida sangre desatada
del corazón, la Virgen sonreía.
Yo vengo de ver, Antón,
un niño en pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón.
Repastaban sus ganados
a las espaldas de un monte
de la torre de Belén
los soñolientos pastores,
alrededor de los troncos
de unos encendidos robles,
que, restallando a los aires,
daban claridad al bosque.
En los nudosos rediles
las ovejuelas se encogen,
la escarcha en la hierba helada
beben pensando que comen.
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado por la puerta?
¿quién ha entrado, quién?.
La noche, el frío, la escarcha
y la espada de una estrella.
Un varón -vara florida-
y una doncella.
Jesús, el dulce, viene…
Las noches huelen a romero…
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría…
Mas la celeste melodía
suena fuera…
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma…
¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!
Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.
La luz del cielo baja,
el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.
El niño está friolento.
Novia del campo, amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola
¿te quieres casar conmigo?
Te daré toda mi alma,
tendrás agua y tendrás pan.
Te daré toda mi alma,
toda mi alma de galán.
Tendrás una casa pobre,
yo te querré como un niño,
tendrás una casa pobre
llena de sol y cariño.
Miedo a perderse ambos,
vivir el uno sin el otro:
miedo a estar alejados
en el viento de la niebla,
en los pasos del día,
en la luz del relámpago,
en cualquier parte. Miedo
que les hace abrazarse,
unirse en este aire
que ahora juntos respiran.
acisteis juntos, y juntos seguiréis para siempre. Juntos os hallaréis cuando las blancas alas de la muerte acaben vuestros días. ¡Ay! también juntos os hallaréis hasta en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que existan espacios en esa, vuestra unión. Y permitid que los vientos de los cielos dancen entre vosotros.
Que tantas cosas puedo sentir por ti este día tan especial tratarte como una reina,cambiar de decision y tu eres lo mejor amor
Espero que el tiempo no te amargue espero que no caigas en la actitud de los cuarenta a tus cuarenta mantente joven aún que yo siempre te querré asi como eres ,vivir mas de setenta.
Buenas noches a ti mi amor,
que llenas mis días de serenidad,
quien me protege calladamente,
y me abraza con dulzura y seguridad.
Buenas noches a ti mi amor,
que aunque no hable y escuche callada,
transformas mi silencio en palabras,
y cambias todo lo que me rodea.
Muy buenas noches, amigo,
a la cama ya nos vamos
esta noche yo les digo:
la camita ya arreglamos
Pero antes rezaremos
a mi Padre, mi DIOS santo
y en el rezo le diremos:
gracias DIOS mi dulce encanto.
Que tengas buenas noches, mi amor
Que la paz de Dios, llene todo tu ser
Que sus Ángeles, acampen a tu alrededor
Hasta que llegue… el nuevo amanecer.
Que tengas buenas noches, mi amor
Que tu lecho sea como jardín de flores
Que sus perfumes, echen fuera los temores
Para contemplar, tu alma en su esplendor.
Cada noche me acerco a tu lecho
Y en silencio miro tu fuerte pecho
Placida y tranquilamente respiras
Y mi alma por ti suspira
Intensamente deseo abrazarte
Entregarte mi alma íntegramente
En mi corazón habitas para siempre
Y mi alma con amor quiero entregarte
Cada nuevo día me siento muy agradecido
Es que tu amor me hace sentir afortunado
Este día va a ser espectacular
Sólo si así te lo has planteado.
Es una mañana muy fría
Pero al pensar en tu amor me siento abrigado
Deseo que hoy todo sea bueno para ti
Pues eres quien mi corazón se ha robado.
Ya amaneció y es un día muy lindo
La flores lucen radiantes como tú princesa
Sé que este día será hermoso
Porque podré besar tus labios de fresa.
Que hoy todo te vaya bien mi cielo
Ha empezado un nuevo día y necesito de tu cariño
Tú eres quien me da la máxima felicidad pues
Cuando estoy junto a ti me siento como niño.
Eres un hombre encantador de quien me enamoro cada día más
Espero todo te vaya bien hoy y sea un día hermoso
Tú supiste ganarte con miles detalles mi corazón
Te amo mucho, gracias por ser tan maravilloso.
Me encanta llamarte por teléfono para oír tu voz en la mañana
Porque cuando me despierto te tengo en mis pensamientos
Eres lo mejor que me ha pasado
Que tengas un día bello y disfrutes de cada momento.
Los días más hermosos son los que paso a tu lado
Te amo tanto como nunca lo imaginé
Este día será inolvidable para nosotros
Porque más tarde te visitaré.
Las estrellas y la luna ya se ocultaron
Es momento que el sol empiece a brillar
No te olvides de sonreír a cada momento
Para que al máximo tu día puedes aprovechar.