…Y sin demandar nada
salvo el misterio perenne de una boca.
Misterio cuando calla, revela la escritura silenciosa,
abre un mundo, organiza memorias.
-Es el llamado.
La memoria desciende al oscuro precipicio de tu boca,
palabra luminosa
-distracción del llanto-
acaso el vuelo prodigioso de una historia
que va y regresa:
se oculta en las orillas de la rosa,
asciende, palpitando, a la mirada;
se guarda,
juega en la lengua, cierra la puerta…
Ensaya una vocal,
una tras otra,
tropieza a veces;
se hunde y se encamina en la memoria.