Debo explicarte mi proyecto.
Decirte que quiero
perfeccionar tus planos
junto con los míos.
Cruzarnos con la escuadra,
encontrarnos en tu recta.
Ser para ti
semicírculo y compás.
Trazar con nuestros cuerpos
una hipérbola
gradual y delineada.
Y de ese modo,
repasar cada noche
nuestra geometría.