Petrus Aura,
el más remoto de mis antepasados
de que tengo noticia,
fue quemado al pie del castillo de Montsegur,
por hereje,
en el lugar que desde entonces se llama
Val de Chemé.
Con ello perdió la tierra,
los frutales,
el solar,
la mujer (también quemada),
y seguramente libros, manuscritos, actas,
y el cuerpo provenzal, la vida entera.
Pero Petrus,
el más remoto de mis antepasados,
con sus hechos,
ganó su nombre.