Planto de dársenas (I) de José Luis Rivas

…Plaintes de femme sur l’arène, rales de femme dans
la nuit ne sont que reucoulements d´orage en fuite
sur les eaux. Ramier d’orage et de falaises, et coeur
que brise sur les sables, qu’il est de mer encore dans
le bonheur en larmes de l’Amante!…

Saint-Jonh Perse

Con alborozo de puerto tu frente explaya
un lienzo de cal viva donde manos menudas
mudan, a contraluz de un quinqué,
movedizas criaturas de la sombra.

A lo largo de tu visión, gruta de sal que exhibe
sus entrañas, vastos y silentes ventisqueros
van rodando poco a poco su
molicie, dócil rebaño que acude al primer
reclamo del sol.

La aurora cala, contra dársenas y tajamares,
su piel de níspola madura.

Una gaviota agita sus alas sobre los esquifes
adocenados al pie del muelle; lanza
un chirrido y dobla hacia el río precipitando
sobre las aguas su silueta.

De la otra orilla arranca, con enorme estrépito
de rampas y cadenas, la panga que
transporta camiones de redilas.
¡Y los parabrisas relumbran al roce
del estilete solar!

En los alambres de la luz, sobre malecones
paralelos, hileras de cuervos copian el
azulcachalote del mar varado en la bahía.

Los lanchones arriman al muelle su alboroto
y una opulenta carga de oro verde,
arrebatada un día antes a las plantaciones
de río arriba.

Si los racimos lucen tímidas palideces, o
manchas de un franco amarillor, la
muchedumbre vendrá puntual, a recoger
fruiciosa dádiva, pues no hará
ya el viaje por mar para el que las
chalanas la abocaran.

…Es la hora en que los chacones y las
salamanquesas nocturnas se escurren entre
las grietas de los muros.