Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a rayar… La
mar sin una arruga semeja un cuévano del que colgaran
mondas lucientes de piel de niño…
Delante de los bohíos hay una hilera de atarrayas que
escurren todavía cuando un anciano sin dientes,
ayudado de una hueca brizna de papayo, se alista
a beber en su hamaca el agua de un coco.