Transpuesto su mirar brotaba por entero
y los vientos orientaban anteojos y vals.
Se afirmaba al lado de cada esquina y de cada mano.
Había una viveza de tierras anheladas
y todo tenía gracia y nada de melancolía.
Él se dedicaba a andar.
Transpuesto su mirar brotaba por entero
y los vientos orientaban anteojos y vals.
Se afirmaba al lado de cada esquina y de cada mano.
Había una viveza de tierras anheladas
y todo tenía gracia y nada de melancolía.
Él se dedicaba a andar.