Poema VI (Era el tiempo) de Álvaro Cunqueiro

Era el tiempo.

Basta con decir que ella nacía en cada instante
y nacía desnuda siempre y siempre tibia.

Basta con decir que eran las sombras y las antenas,
que eran los pájaros y las violetas,
que eran el abanico y las puntas de las estrellas.

Basta con decir que eran ella y su tiempo
en accidente limpio y sombra exacta.

Él cabía vivo en cualquier sitio.