Poemas frugálicos de Hebert Abimorad

terrazas
enclavadas al borde de nuestras vidas
nos tientan
pero no tenemos tiempo

somos los destinados al silencio
utilizamos zapatos de goma
y rozamos la mediocridad que nos rodea

ciertas ventanas
son ojos indiferentes
al curso de la vida exterior

algunas cosas
tienen sólo contorno
y es difícil
llamarlas por su nombre

cobijar los pasos que doblan
una esquina
es conservar tibio
la esperanza de un pasado