Primavera de Miguel Anxo Fernán-Vello

Hay un país de sangre verde que corre inmensamente por los
campos y eleva brillos altos en los árboles despedidos al cielo.

Es un reino de mil tierras al sol. Un fuego mineral y azul.

Estallan bajo el aire los nudos del tiempo y un hueco de
fervor anuncia la música de la luz, las alas puras que extiende la
transparencia en el corazón del espacio.

Grave y honda salud que respiran ahora los meses en este
aroma incendiado de viento nuevo, en esta espiral celeste que
ensancha el sentido de todos los deseos.

Ah leve dolor del alba, llamaradas delgadas que suben
invisibles a la frente desmayada del fugaz mediodía.

Las palabras son notas de una música grande, una alegría pura
que suena para el tiempo, una sed que ilumina una canción de
agua.

Cómo crece el color, telas vivas al viento, un barniz flameante
sobre el eco de las cosas.

Hay un país de sangre que modula en los cuerpos la solar
hermosura hirviente de los amaneceres.

Un perfume que invade de fina flor tan nueva el corazón.