Caigo de mí
hacia mí
¿Dolor? no
¿Angustia? no
¿Qué pues?
Vacío que me espera
Anuncios de la muerte
Poemas de Raúl Gómez Jattin
Dama del alba
Con tu niñez de golondrina haciendo el verano
inauguraste en mí el sendero del corazón
Espeso amor
Como la embriaguez del Stropharia
Reminiscente Moral Con ventana al futuro
Como la lenta tarde de sequía
que es para mí la tarde de la vida
Como el río de barro de mi valle
que en invierno arrastraba animales muertos
Como la dicha pérfida de mi abuela
que se regocijaba en ser un monstruo
Furor de los años en tropel Pasos de la muerte
Ella camina indemne Solitaria en mi camino
Carne que te reemplazas
Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo
Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día?
Instantáneo relámpago
tu aparición
Te asomas súbitamente
en un vértigo de fuego y música
por donde desapareces
Deslumbras mis ojos
y quedas en el aire
Me envenenó la vida
Me sustrajo de mi movimiento natural
y me entregó a las sombras
de los amores no correspondidos
Me trastocó los sueños
metiéndose como un conspirador entre sus grietas
Desempolvó recuerdos
que hablaban de partidas y de adioses
Mientras tanto mi alma
acostumbrada a la desgracia
lo veía hacer
como un condenado que presencia
el levantamiento del patíbulo
He robado parte de tu cuerpo y de tu alma
Le he tendido una celada a los recuerdos
que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor?
El cielo de la noche casi azul se asoma
entre tus pestañas Noche vibrátil
Una vez me fui hasta tu región de monte
enfermo de hongos y tristezas muy tristes
Y aluciné con tu imagen alta y flexible
galopando un caballo de nube Luego
venías por la tarde desde el Retiro de los Indios
en tu carruaje blanco y yo iba a pie
por la carretera Como un sonámbulo
Sonríes desde lejos como si masticaras
mi corazón entre tus colmillos
Mis palabras le quitan a tu vida muerte
Vives en este libro aunque te tengo miedo
Aunque apenas si hemos hablado Pero te amo
tanto como siempre Tanto como puedas imaginar
Y estamos lejos Como el sol del mar.
Llegó Abril
con sus aguas escasas
colocando diamantes en cada hoja
El mes de los árboles aún sedientos
El mes de la enredadera que trepa el muro
Joven Abril como una adolescente casi virgen
te deseé en las tardes de verano
y ahora llegas primoroso
a encantarme con el batir de tu llovizna
Amado Abril beso tu piel de esmeralda
me entristezco bajo tus cielos grisáceos
Con las voces de tus pájaros
me hago un nido del tamaño de mi deseo
En ti estremecido de ternura
derramo la leche agria del amor que ha esperado
Como en un cuadro de De Chirico El Tiempo
se queda detenido entre los objetos y
los hombres sueñan la eternidad
Las chimeneas son falos humeantes
que penetran el cielo de Lo Absoluto
Como en un color de Borges El Tiempo se
queda entre las palabras del Ciego
Los hombres han conocido a través de
lo insólito la eternidad El sexo
de Borges es infinito y estoico
En las lágrimas tuyas está todo
el terror a la noche de la soledad
y la muerte En tus palabras está
contenido el Más Allá del Amor y su sueño
A vuestras espaldas Vino fuerte
Amores desdichados de mi vida Los más
Me construí poderoso y soñador
y ustedes se quedaron
con las hilachas inasibles de mi poesía
Seres queridos
De cuerpos intocados
De pieles adoradas
Seres que me preservaron del destierro de la carne
al ejercitar en mí la sexualidad enamorada
Seres inhospitalarios Así me gustaban
Ellos me enseñaron que cuando se aman así
se pierde
y que cuanto se pierde en el amar
se gana en alma
Está quieto el jardín soportando la tarde
de un marzo que se anunciara ventoso
Tan fugaz que parece un enero
Penetrado de noche en limoneros y acacias
Opalino a lo lejos en la frente del cielo
El jardín se estremece por dentro
Entre ramas secas y hojas podridas
dormitan escarabajos Libélulas Lagartos
Un gato de ocio y maldad acecha una mariposa
De repente una casi invisible neblina desciende
y posa su penumbra en la fronda
acariciando el nudo de nuestros cuerpos
con la misma dulzura lentísima
con que yo mitad fuerza mitad miedo
beso tu cuello y tu barba de negro cristal
Está el jardín oloroso a sudor masculino
a saliva de besos profundos que anhelan
desatar el torrente del deseo en su cima
y que fluyan las savias y descansen los cuerpos
La nieve de los años
bajó de tu cabello a tus pupilas
y te quedaste ciego
y luego te quedaste casi mudo
Castigo de la vida
a quien creyó engañarla
con la buena suerte
Castigo del amor
a quien usó la mentira
y la calumnia
como arma
Castigo de la muerte
quien se sentará en tu cama
y tú no la verás
Aquel amor de fiebre y de tormento Aquel estar
pendiente de la luna entre los cocoteros Por si ella
me traía presagios de tu cuerpo Pero en vano
Pero estaba demasiado enfermo para soportar
la intimidad de tus caricias No hubieras conocido
en mí sino el temblor de un poeta y de su muerte
Aquel temor de miramos a los ojos no era vano
Estabas revestido de otro mundo Estabas lejos
Sobre todo cuando yo te amaba Cuando era
de ti como la nube en el reflejo del agua
Dentro pero lejos Dentro en el vientre
de una realidad inventada y fugaz
Eras íntegramente bello porque no toqué
tu cuerpo aunque tú lo querías y yo también
Pero antes de mi deseo estaba mi futuro
Estabas tú antes que mi deseo de ti
antes que el deseo estaba el amor
Antes que el amor estaba la vida y su maldad
Aquel amor que no tuvo una noche
Ni siquiera una dulce noche amor mío
Dibujo tu perfil del faro a las murallas
Luz de alucinación son tus ojos de hierro
El mar salta en las piedras y mi alma se equivoca
El sol se hunde en el agua y el agua es puro fuego
Eres casi de sueño Eres casi de piedra en el vaivén del tiempo
Arquetipo amoroso firme en la turbia edad
esa manera tuya de calmarme las lágrimas
De desbocar tu cuerpo contra el mío Enloquecido
como un potro en una llanura incendiada
De verter tus palabras en mi entendimiento
cual veneno que cura la ausencia
De recordar cosas usadas y olvidadas
con un vuelo que ilumina y asombra
Es tarde amor El mar trae tormenta
Hay una luna pálida que recuerda tu ombligo
Y unas nubes livianas y pesadas como tus manos
beben sedientas Así cuando yo sobre tu boca muero
Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de dos años
me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
a no ser esos ahorcados que penden
de mis ramas
como frutas podridas en otoño
No sé dónde arderás ahora corazón mío
Necesito entregarte siempre como esclavo Pobre de ti
Es urgente que enfermes otra vez y otra vez
Qué voy a hacer contigo ahí desocupado
como estúpida biología Vamos deshazte
de tu pesadumbre y emprende vuelo
¿Qué te sugiere el momento?
Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos Qué será de mí
Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas
El amor entre hombres
Fumar marihuana
Y escribir poemas
Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos los ojos
y otro papel enemigo
Le dolerán los labios de haber besado tanto
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto
Gallo de ónix y oros y marfiles rutilantes
quédate en el ramaje con tus putas mujeres
Hazte el perdido El robado Hazte el loco
Anoche le oí a mi padre llegó tu hora
Mañana afílame la tijera para motilar al talisayo
Me ofrecieron una pelea para él en Valledupar
Levántate temprano
y atrápalo a la hora del alimento Dijo mi padre
Talisayo campeón en tres encuentros difíciles
He rogado y llorado que te dejen para siempre
como padre gallo
Pero a mi padre ya le dieron el dinero
y me compró un juego de dominó para engañarme
Pero ya estás cantándole a la oscuridad
para que se vaya Te contestaron tus vecinos
Y mi padre está sonando sus chancletas en el baño
Es imposible evitar que te manden otra vez a la guerra
Porque si mañana te espanto padre de todas maneras
hará prenderte por José Manuel el indio Así que
prepárate a jugarle sucio a su contenedor Pues
le robé al indio un veneno de serpiente cascabel
para untarlo en las espuelas de carey
En medio del tumulto y la música de acordeones
me haré el pendejo ante los jueces que siempre
me han creído un niño inocente y te untaré
el maranguango letal.
Yo tengo para ti mi buen amigo
un corazón de mango del Sinú
oloroso
genuino
amable y tierno
(Mi resto es una llaga
una tierra de nadie
una pedrada
un abrir y cerrar de ojos
en noche ajena
unas manos que asesinan fantasmas)
Y un consejo
no te encuentres conmigo