Retornarás, total, jamás te fuiste,
y te querré otra vez porque yo llevo
mi sueño ya amarrado a los cometas,
mi corazón vengado por el cielo.
Un día no pensado, cuando vengas,
me encontrarás quejándome en mi lecho
y sin poder, criatura, defenderte
del hilo de mi abrazo y de mis besos.
Como el otoño, mi nostalgia ruge.
En esta ausencia tuya todo es hueco.
¿Qué es la mujer sino quebrada hoguera,
violeta que jamás levanta vuelo?
Trajinan por las horas las hormigas.
Aún no dan señal las viejas llamas.
Ya convertida en soledad marina
la constelada noche me apuñala.