Señales de alarma de Luis Raúl Calvo

Hay una historia personal en el fondo del vacío

los rasgos de la infancia son la ausencia

de toda presencia.

Hay una suma de datos registrados como meros

prontuarios, una acumulación de hechos

que trascienden la humedad de las formas

el peso del color, o la longitud del párpado.

En ese territorio aborigen desnudamos la huella

del recuerdo y la convertimos en señal de

alarma

para futuras deserciones.

Pero ¿Quién abandona a quién cuando dos

cuerpos

se separan y se instaura el olvido?

¿Quién derriba la capa de oxígeno y transforma

la identidad de un rostro en desoladas

convenciones?

Acaso presentimos que un beso es más que

un beso

cuando el hielo nos tapa en las luctuosas

noches

de misa y arrastramos los restos de memoria

el imaginario creado para aceptar

que el nombre puesto es una tácita derrota

que debemos velar, como se vela a un muerto

en los ascensores de luto.