Junto a mis piedras
crecidas bajo el llanto
tras las rejas,
me arrastraron
al medio del mercado,
allá,
donde se iza la bandera, a la que
no he prestado nunca juramento.
Flauta,
flauta doble en la noche:
piensa el sombrío
y doble rojo
en Viena y en Madrid.
Pon tu bandera a media asta,
recuerdo.
A media asta
hoy para siempre.
Corazón:
dalo también aquí a conocer,
aquí, en medio del mercado.
Haz que resuene, el shibbólet,
en lo extranjero de la patria.
Febrero. No pasarán.
Unicornio:
sabes de las piedras,
sabes de las aguas,
van,
te llevo
hacia las voces
de Extremadura.