Si fueras un crisantemo
-flor del amor en Japón-
trasplantado entre mis brazos,
te habría quemado mi amor.
Si fueras una azucena
-flor del amor en San Juan-
trasplantada entre mis brazos,
qué lento y dulce espirar.
Pero has sido flor de cuerpo
y alma entregada en la flor
y me has llevado a tus brazos
y me has quemado de amor.