Si soñaras siempre, si amaras
olvidándote, abandonándote…
Pensaría por ti las cosas
dejando que me las soñases.
Con mi velar y tu soñar
el camino sería fácil.
Yo daría los nombres justos
a los sueños que deshojases.
Encontraría para ellos
la voz que los encadenase,
la forma exacta, la palabra
que los llena de claridades.
Me acercaría hasta ti como
si fueses una orilla madre.
Y qué descanso dar al alma
sombras que el alma apenas sabe.
Yo no diría de ti: era
blanca y hermosa y joven y ágil;
tenía bellos ojos tristes
abiertos sólo a realidades
Yo diría de ti: es mi fresca
raíz que de los sueños nace,
la música de mis palabras,
el hondo canto inexplicable,
la prodigiosa primavera
que en las hojas recientes arde,
el corazón caliente que ama
olvidándose, abandonándose.
Tú lo sabrás un día. Entonces
será demasiado tarde.