Combar los pezones un poco soberanos
no me veta. Tampoco vadeo si surge
la bagatela. Me muero en pequeño,
casi de mentira, porque después soy como otra,
que se desarticula oceánica
y queda esparcida a modo de ápice.
Combar los pezones un poco soberanos
no me veta. Tampoco vadeo si surge
la bagatela. Me muero en pequeño,
casi de mentira, porque después soy como otra,
que se desarticula oceánica
y queda esparcida a modo de ápice.