Soledad, bien te busqué
mientras tuve compañía…
Soledad, soledad mía,
viniste cuando se fue…
De tus brazos me escapé
cuando en tus brazos dormía;
estar a solas quería
sin adivinar por qué.
Toda la noche vagué,
por verte, soledad mía;
regresé rayando el día,
y dormida la encontré.
De puntillas me alejé
burlando su compañía
por hallarte, y no te hallé;
pero un día que volví,
no la encontré…
¡Ay, mi soledad tardía,
viniste cuando se fue!
Lloré porque no podía
hallarte, soledad mía…
y lloré porque te hallé…