Cuaderno albo del mar,
la gaviota o mensaje
se despliega al volar
en dos hojas de viaje.
Su marítima hermana
la soledad, la mira
y, en una espera vana,
en la costa suspira.
Insectos, vegetales,
se enredan en el suelo:
torcidas iniciales
de un subterráneo anhelo.
Aquí, en el centro, vivo
con las aves marinas,
de mí mismo cautivo,
compañero de ruinas,
y mirando y oyendo
sólo la lluvia armada
la soledad batiendo
con su líquida espada.