Nota: Para la composición de este soneto
se utilizaron los más geniales argumentos
que el autor ha escuchado, a manera de exculpación
en los círculos literarios de El Salvador.
La vida en sociedad es un trapecio
que juzga a los que mal se contradicen:
‘-Si soy como prefiero, me maldicen;
si soy como ellos quieren, me desprecio.’
Mentiras y verdades tienen precio
(un precio que suplica le revisen),
y al socio-torpe ritmo en que se dicen,
resulta de buen gusto ser tan necio.
Si podrirnos de absurdo es el esquema,
más vale dar su sitio al anatema
y hundirnos en la luz de una psicosis,
o en el limbo sublime del dislate
-gracioso y sepulcral escaparate-,
dar rienda a la bondad de una neurosis.