Encontré el soneto sobre mi cama.
Un olvido, aparentemente.
Lo he leído a algunos amigos
y me dicen que no lo publique,
que en realidad no esmío,
que no puede serlo,
que lo será algún día…
Aseguran que me estoy plagiando.
Encontré el soneto sobre mi cama.
Un olvido, aparentemente.
Lo he leído a algunos amigos
y me dicen que no lo publique,
que en realidad no esmío,
que no puede serlo,
que lo será algún día…
Aseguran que me estoy plagiando.
Usted quédese amando al prójimo
A mí la que me gusta es la prójima
Toda próxima
la prójima me gusta más porque sonríe
porque quiere y no quiere con los joos
porque se aprieta el pecho con soltura
y cierra las piernas con codicia
Usted quédese amando al prójimo
Yo prefiero a la prójima que mira
que sabe que toca que prueba
samaritana
magdalena
repentina
la sin piedras
la de nunca por si acaso
la que enseña a dudar de verdad
en salones repletos de prójimos
Quédese pues
usted
amando al prójimo
que yo seguiré a la prójima
prófuga
próxima
pródiga
Hay que mandar como Dios manda
que en eso es un experto el tal Dios
porque nunca nadie le mandó crearnos
y sin embargo le dio por sacarnos del polvo
y por quitarnos la famosa costilla
y echarnos a dormir en jardines
al lado de mujeres y culebras
que nos enseñaron a vernos desnudos
y al final saber del bien y del mal
y ponernos a sudar
y a las mujeres parir con dolor
y darnos hijos que se matan de envidia
y libres albedríos
y platos de lentejas
y 7 mil plagas
y circos romanos
y hogueras y bulas
y cruces y guerras
y guerras y todo…
Yo no sé qué piensen ustedes
pero cuando Dios manda
manda!
Aunque es alto Su nombre,
me ha dado, aquí en el pan,
un informe secreto.
Claudia Lars
El pan habla desde las mesas.
Nadie habla cuando él habla.
Puto es el hombre que de putas fía
y puto el que sus gustos apetece,
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Quevedo
¿Que reír no podemos con poesía?
¡Aquí estoy yo para mirar contrario!
Esta danza que salvan las liturgias
Este concepto inoculado hoy
Esta perpetuación de la inminencia
Este andar sin las huellas necesarias
Este pedir que se contagie un alce
Esta oportunidad de ser pequeño
Este imaginar párpados gigantes
Esta mancha de amor en las costillas
Esta vid Este ver este detalle
Esta legión de hormigas Este apero
Este mágico tren a la amapola
Ya nunca sin mis ojos estas cosas
Jamás tanta agonía sin mis dedos
Sin mi vértigo nunca tanto sueño
Le pedí a esta silla que te esperara.
Disculpa si permanece fiel a mi desgracia,
si la encuentras firme como un soldado.
Ella no quiso dejarme solo.
Le hablé de ti con más pasión que la polilla.
Tuvo a bien agradecer con calma,
con resignada paciencia y con fricciones
-la casi inaudible voz de su madera-.
Necesita una hora de llanto
el niño perdido en el bosque
para vengarse toda la vida.
PASIÓN
Porque sabe que hemos venido
a aplastarla nuevamente,
la hierba se pone amarilla al vernos.
ARA
Ponedle un caso en las ramas,
amarradle una pistola al tronco,
cubridle de espeso carmín las hojas,
vendadle cada una de sus raíces…
Y ni por esas
se parecerá al hombre.
I
Para beber con saña en tu mirada,
bastar?con mirarte sin abismo:
mirarte de una vez, sin espejismo,
con la lágrima firme y habitada.
V
La vida es un conjunto de atisbos.
El hombre
es un destello en el acaso…
XII
He dejado dormidas
las metáforas oscuras…
No es ningún pecado
que me entiendan.
Yo no quiero saber de otro lirismo
que no sea liberación.
Manuel Bandeira
Hay poetas que huelen a gemido,
y esconden dos tijeras en el traje.
Hay poetas que mienten su mensaje
y lo dan de inmediato por perdido…
Hay poetas de nombre y apellido:
¡los que saben que un verso es un pasaje!
Mujer de dimintuas compresiones:
Seas conmigo.
Dama inocente de huracanes perfectibles:
Seas conmigo.
Niña amapola de caricias sobornadas:
Seas conmigo.
Onza de acrobacia con desnudez aprendida:
Seas conmigo.
Mujer por siempre de esta noche:
No te vayas, no te vayas sin mí
al infinito.
Como si quemara
la pones en el centro de tu mano.
Con la uña de tu dedo medio,
suave y ardorosamente,
le quitas su olor a semántica,
de forma que logres desnudar su espalda.
No olvides hablarle quedo,
sin engaños,
alabando su determinación
o su pereza,
hasta que ella misma deje de moverse
como una lombriz de tierra.
Cuando la sangre corre por las venas
rocosas del volcán que ti despierto,
es un trance de amor sacarme muerto
del fondo a la pasión que me condenas.
¿Es que tu gracia no resiste penas
y las sufres, mujer desde mis plintios?
A Karina
Tus iniciales le harían un favor a la gramática,
pero t?no te envaneces.
Tu lengua sería Byron de poder cojear,
pero t?no te ufanas.
Tu piel sabría mudarse a un barrio más tranquilo,
pero t?no te jactas.
Nadie le habla porque saca la lengua a la menor provocación.
¿Quién podría soportar sus caprichos,
su salada fruición de niña?
Es larga, tácita, sepulcral (me refiero a su lengua).
Nadie quierr ser víctima de sus movimientos espontáneos.
Por mucho que lo desee,
no puedo librarla de su propia falacia.
Para callar no necesito mi silencio.
Me muevo.
Se mueve la hoja que cae y no lo sabe.
El aire es la denuncia natural del tiempo.
Para callar no necesito mi silencio.
No puedo remover una pestaña
sin tocar un rostro.
Vivir es adaptar nuestros antojos
al ritmo del temor a la ventaja,
y vive aquel que marcha tras la paja
que pesa como viga en sus dos ojos.
Mas saber de ignorancias y de abrojos
en nuestra candidez no hace rebaja:
Corremos de ambición por la migaja
¡sin hambre de verdad y siendo cojos!
Dos notorias promesas en tus senos
vislumbra quien recorre tu fachada,
pues no existe tan torpe una mirada
que no tropiece en ellos…cuando menos.
Pero tú que en los prístinos terrenos
del amor no has caído aprisionada,
esquivas todavía la punzada
del ansia que termina en desenfrenos.
Frustrado al ver tus senos formidables
confiados sin piedad a tu grueso paño,
no alcanzo a descubrir si es un engaño
lo que hay tras tus escotes insociables.
No sé si de misterios insondables
prefieres hoy cubrir tu pecho huraño
temiendo que su réprobo tamaño
te lleve a situaciones lamentables.
Para Yania,
espléndida flor cubana
¿A quién le brindas sin pudor tus ojos?
¿A quién tus brazos y tu sed de amores?
¿A quién otorgas tu edredón de ardores?
¿A quién la gama de tus mil antojos?
¿A quién rechazas con tus besos flojos?
Nota: Para la composición de este soneto
se utilizaron los más geniales argumentos
que el autor ha escuchado, a manera de exculpación
en los círculos literarios de El Salvador.
La vida en sociedad es un trapecio
que juzga a los que mal se contradicen:
‘-Si soy como prefiero, me maldicen;
si soy como ellos quieren, me desprecio.’
Mentiras y verdades tienen precio
(un precio que suplica le revisen),
y al socio-torpe ritmo en que se dicen,
resulta de buen gusto ser tan necio.
A un poeta que anda por ahí
Es bello tu poema. Las musas te han dotado
con la sed del Parnaso y el trino de Castalia:
Erato y Calíope, las luces de Tesalia
-en ansias por el verbo-sin recatos te han dado.
a D…
Invitación a ver lo que no veo.
Desafío que ampara mis locuras.
Razón de mis atléticas posturas.
Todo origen si origen deseo.
Premura constipada que a Teseo
dirige nuevamente a las oscuras
entrañas del misterio.
Es verdad -ya lo sabes-, no me entrego.
No soy la luz en este claroscuro…
Verte desnuda asombra: No es tan duro
verte asomada a la pasión del juego.
Mas para cuando veas ue no llego
a la penetración, puntual, seguro,
demuestra lo que sabes: del apuro
sácame.