Proyecté ser tu más finísima sombra
El leve proyecto de cualquier sonido.
Diseñé la propia arquitectura
De un posible momento,
Sin olvidar la maquetación improvisada
Del segundo.
Fantaseé con la naturaleza ebria de las cosas
Reduje a cualquier posible negatividad el ayer;
Entre los vapores rumorosos del río
Teñido por arte de mi sangre en vino.
Tampoco fue difícil hacer fábricas de papel
para reír o llorar, trenzando
Dos o tres cabellos míos con uno
De locura feliz y otro de despiste global.
Dibujé transparente la vida en un hilo
Sujetándolo como marco en un espejo.
Disolví los restos de grasa
Manchas de tinta
En el secante de cualquier ocaso.
Rompí alguna que otra copa
En el intento de beberme todo
El contenido líquido de tus besos.